San Salvador, 9 de diciembre de 2019. Hoy inició la segunda semana de la Cumbre de las Partes (COP25) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) donde representantes ministeriales de 196 países miembros –más la Unión Europea- discutirán aspectos claves como el mercado de carbono (establecido en el Artículo 6 de los Acuerdos de París) y la financiación a naciones vulnerables para que se adapten ante los efectos del cambio climático.
El ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales de El Salvador y presidente pro témpore de la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD), Fernando López, presentará en la COP25 la propuesta de los países que componen el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) para promover la adaptación y reducir los gases de efecto invernadero a través de acciones orientadas a la resiliencia y restauración de la agricultura, los bosques y otros usos del suelo, conocidos conjuntamente como sector AFOLU.
Este día el titular salvadoreño sostuvo una apretada agenda de reuniones y participó en el panel denominado: “Nuevos instrumentos de financiación para la restauración de paisajes, plan nacional y otros instrumentos relacionados que contribuyen a la implementación de los Compromisos Nacionalmente Determinados por sus siglas en inglés (NDC)”, organizado por los ministerios de Medio Ambiente y de Agricultura de Chile, el Consejo para la Defensa de Recursos Naturales (NRDC), el Fondo Mundial para la Naturaleza, la Iniciativa 20×20 y Aguas Andinas.
El Ministro López afirmó que la creciente variabilidad climática que experimenta El Salvador y la aceleración del cambio climático global han configurado una realidad muy diferente para el país, lo que vuelve impostergable la incorporación estratégica de la dimensión del cambio climático en los procesos de planificación del desarrollo, en los programas de inversión pública y privada, así como en otros ámbitos de la vida económica y social.
De acuerdo con el funcionario, las pérdidas y daños asociadas a los eventos climáticos extremos han sido muy altas en el país, y han tenido fuertes implicaciones en la producción de alimentos y seguridad alimentaria, la infraestructura y las actividades productivas en general.
Y recordó que con una meta de un millón de hectáreas, el Programa de Restauración integra las Agendas de Cambio Climático (Adaptación y Mitigación), Biodiversidad, Recursos Hídricos y lucha contra la degradación de la tierra, lo que lo vuelve un instrumento estratégico a la hora de alcanzar las metas y compromisos de El Salvador bajo los acuerdos multilaterales del medio ambiente.
La autoridad ambiental salvadoreña habló de varias características del Programa Nacional que permiten una movilización de recursos, entre ellas: La adopción de un enfoque sinérgico entre agendas de cambio climático, conservación de la biodiversidad y lugar contra la degradación de tierras.
Además, la adopción de un enfoque de mitigación basado en la adaptación, buscando sinergias entre la mitigación y la adaptación al cambio climático y el desarrollo de una estrategia de involucramiento de los gobiernos locales, comunidades y particularmente el sector privado que incluya un proceso de concienciación y valoración y determinación de los impactos económicos y sociales de las acciones de restauración.
Otro punto importante que destacó fue un proceso participativo para identificar e implementar las acciones de restauración y conservación y el desarrollo de una métrica – monitoreo y evaluación – que permita mostrar tanto los impactos y avances en mitigación y adaptación.
“Esto se torna de suma importancia en el marco del Acuerdo de Paris, la UNFCCC, como los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030”, señaló el ministro a los presentes.
El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, llamó a los líderes mundiales a actuar ante la “coyuntura crítica” que se vive a causa de los gases de efecto invernadero y prácticas que afectan los ecosistemas en el mundo entero.
“Un camino donde más combustibles fósiles permanecen donde deberían estar, en el suelo, y donde estamos en camino a la neutralidad de las emisiones de carbono para 2050. Esa es la única forma de limitar el aumento de la temperatura global a los 1.5 grados necesarios para fines de este siglo”, expresó.
Además, el secretario reclamó a los países emisores “la ambición política que pide la gente”. Hacer menos, dijo, “será una traición al conjunto de la familia humana y de las generaciones venideras”.