El gavilán café que fue intervenido a mediados de septiembre para trasplantarle las plumas de sus alas, realizó exitosamente su primer ensayo de vuelo corto en un ambiente controlado por nuestro equipo de veterinarios.
Sujetándolo por las piernas, se estimuló el batido de sus alas con un movimiento y voló una distancia de nueve metros sobre la línea de vuelo. Este ejercicio lo realizó muchas veces, con descansos de varios minutos entre cada ocasión, pues por la falta de práctica aún se cansa con facilidad.
En los primeros intentos se mostró desorientado e incómodo por la correa y las tobilleras para aves rapaces utilizadas para su control y seguridad. Sin embargo, tras un par de intentos, el ave se desempeñó bastante bien, a criterio de los veterinarios.
Estos ejercicios, al igual que su adecuada alimentación, son de suma importancia, ya que el gavilán ha pasado dos meses en tierra, sin volar. Por ello, necesita recuperar su tonalidad muscular.
Esta ave rapaz llegó a nuestra clínica veterinaria en julio pasado, con las plumas de sus alas y su cola recortadas; al parecer, alguien intentó impedirle volar y tenerlo como mascota encerrado en una jaula. Sin embargo, el gavilán logró escapar y llegó al patio de una casa donde, con ayuda de la Policía Nacional Civil, fue trasladado al Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN).
El ave se encuentra en cuarentena y permanece bajo monitoreo. Su recuperación evoluciona de manera progresiva y, según los especialistas, aún faltan algunas semanas más para que pueda recuperar su libertad en un hábitat natural.