Hoy conmemoramos el aniversario del terremoto del 10 de octubre de 1986, un evento que sacudió San Salvador y sus alrededores, cobrando vidas y causando destrucción, por la activación de una falla local en San Marcos, que generó un sismo de magnitud de 5.7.
El Salvador está mejor preparado para enfrentar eventos sísmicos. Contamos con una amplia red de más de 100 estaciones sísmicas distribuidas a lo largo y ancho del territorio que permite llevar la información precisa al Sistema Nacional de Protección Civil y a la población en general.
Cuando ocurrió el sismo del 10 de octubre de 1986 pasaron días antes de conocer los datos preliminares del evento, lo que ahora demora tan solo unos minutos. En ese tiempo no se contaba con la tecnología, ni el personal para un monitoreo las 24 horas del día.
A diferencia de hace 37 años, hoy se cuenta con procesamiento automático que permite validar la información de manera técnica con más rapidez, y en cuestión de minutos se obtienen datos preliminares, los datos finales y los mapas de intensidad instrumental.
El Salvador está en una región de intensa actividad sísmica, generada por el proceso de subducción de la placa de Cocos bajo la del Caribe y por la activación de las fallas geológicas, tanto locales como de los países vecinos Guatemala y Honduras.
Nuestra red de monitoreo sísmico se encuentra en un proceso de mejora continua para proporcionar a la población la información de manera oportuna y que esté preparada para afrontar y minimizar en lo posible los impactos causados por los sismos.
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