Tres sismos han sido sentidos en las últimas horas en el territorio. Uno ocurrió en los primeros 25 minutos de este viernes 20 de mayo, con una magnitud de 5.1, con epicentro frente a la costa de La Paz, a 33 kilómetros de la playa La Hojas, con una profundidad de 53 kilómetros. El otro, fue pasadas las cinco y media de la mañana, de magnitud 2.7, en el municipio de Berlín, en Usulután, con profundidad de 9 kilómetros. Y el tercero ocurrió pasadas las cuatro de la tarde, magnitud 3.5, frente a la costa de Usulután, 41.0 kilómetros al sur de desembocadura del río Lempa, con profundidad de 35 kilómetros.
Estos sismos son parte de la actividad sísmica que tenemos en la región. La Red Sísmica Nacional ha registrado 17 sismos locales y 52 regionales, en el periodo que va del 16 al 20 de mayo de 2022. De estos, solo 7 fueron sentidos por la población.
El área de Sismología, de nuestro Observatorio de Amenazas y Recursos Naturales, monitorea de manera constante la actividad sísmica, tanto de las fallas locales como de las placas tectónicas de todo el mundo. Además, se comparten datos con Observatorios de la región, para que la ubicación sea más precisa cuando se trata de sismos de subducción, es decir los que ocurren frente a la costa. Cuando se trata de sismos locales, los equipos instalados en todo el país permiten interpretar el mecanismo de generación de la actividad sísmica y evaluar los efectos por ella causados.
Para ello, se cuenta con estaciones sísmicas de alto rendimiento y procesamiento automático de localización de sismos que permite validar la información de manera técnica con más rapidez y obtener, en minutos, datos preliminares, datos finales y mapas de intensidad instrumental; junto con una estimación de la posible generación de tsunamis.
Una amplia red de más de 100 estaciones sísmicas distribuidas a lo largo y ancho del territorio permite llevar la información precisa al Sistema Nacional de Protección Civil y a la población en general. Es importante indicar que la red actual de monitoreo sísmico se encuentra en un proceso de mejora continua para proporcionar a la población la información de manera oportuna y que esté preparada para afrontar y minimizar en lo posible los impactos causados por los sismos.
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