El “Complejo Costero Marino Isla San Sebastián-Jiquilisco”, ubicado en la Bahía de Jiquilisco, en el departamento de Usulután, es la segunda área natural protegida costero marina del país. Así lo anunció el ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), Fernando López.
La nueva declaratoria comprende las aguas territoriales y lecho marino en mar adentro en un tramo equivalente a 19,760 hectáreas.
La declaratoria busca conservar los ecosistemas originales y preservar las especies, especialmente aquellas consideradas como endémicas o amenazadas, y la diversidad genética. Además de promover el uso racional de los recursos naturales y servicios ecosistémicos que provee, que a su vez ayudarán a asegurar los medios de vida de la población local.
Esta declaratoria fue publicada en el Diario Oficial en noviembre de 2019 y fue dada a conocer en el marco de las actividades desarrolladas por el MARN en el mes de los humedales.
Las autoridades medioambientales destacaron que se busca promover la investigación, la educación ambiental y la interpretación de la naturaleza en el área del humedal protegido. También se promoverá, ordenará y contribuirá al ecoturismo, uso sostenible y la recreación dentro del humedal.
Dentro de esta área podrán realizarse actividades de aprovechamiento, científicas, educativas, turísticas y de cualquier otra índole solo con autorización previa del MARN, entidad a la que corresponde la administración y el desarrollo de esta área, la aplicación de su plan de manejo y toda la normativa ambiental. El documento también indica que en la parte terrestre no se permitirá el establecimiento de nuevos asentamientos humanos.
El humedal constituye la mayor extensión de agua salobre del país, y sirve de refugio para la vida silvestre, contribuyendo a la conservación de especies registradas para la reserva de la Biosfera Xiriualtique, de la que es parte la Bahía. Asimismo, asegura la recuperación y reproducción de especies marinas de importancia económica, tales como curiles.
Otra de las características esenciales de estos ecosistemas es que ayuda a la disminución de los riesgos ambientales de las poblaciones cercanas, ya que sirven de barreras protectoras contra tsunamis e inundaciones, evitan la erosión costera y estabilizan la línea de costa, características importantes en los procesos de adaptación a la variabilidad climática.
Este humedal actúa como un depósito natural que absorbe el carbono de la atmósfera, reduciendo la cantidad de CO2 del aire y contribuyendo así a la mitigación del cambio climático. Según el Inventario Nacional de Bosques de El Salvador, la concentración de carbono en el suelo de los bosques salados del país es de 1,400 toneladas por hectárea.
Mangle rojo, istatén, madresal, botoncillo y sincahuite son especies típicas de la flora de este ecosistema, que además es sitio de alimentación, descanso y anidación de especies amenazadas y en peligro de extinción, como cocodrilos y tortugas marinas. En la isla San Sebastián (Bahía de Jiquilisco) se encuentra la única colonia de anidación en Centroamérica del Rynchops niger (Rayador americano), así como otras poblaciones de aves tales como Sternula antillarum (Charrancito americano), Charadrius wilsonia (Frailecillo de Wilson), y Haematopus palliates (Ostrero americano), las cuales están en peligro de extinción en El Salvador.
El Ministro del MARN explicó todos estos detalles durante un recorrido acuático por diferentes puntos dentro del humedal para dar a conocer las iniciativas de conservación y restauración que se están llevando a cabo en este sitio Ramsar. En la actividad también participó la representante residente adjunta del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Mónica Merino.
El Complejo Bahía de Jiquilisco tiene tres nominaciones: Sitio Ramsar otorgado por la Convención Ramsar, Reserva de Biósfera por la UNESCO y ANP terrestres y Costero-marina en 2019 por el MARN a través de la Ley de Áreas Naturales Protegidas.
El MARN desarrolla en la zona diferentes iniciativas de conservación y restauración del humedal, tales como el proyecto GEF Humedales, implementado con el apoyo del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por sus siglas en inglés) y administrado financieramente por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), quienes brindan apoyo para la inclusión de humedales al sistema de áreas naturales protegidas.