El Salvador es parte de un esfuerzo para la conservación de las grandes ballenas y se posiciona en la región con el Programa Nacional de Conservación de Cetáceos, un instrumento de manejo y gestión orientado a reducir las amenazas que enfrentan estos mamíferos marinos y sus ecosistemas.
Esta iniciativa nacional ahora está en la mira de otros países latinoamericanos y organismos internacionales como el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), que busca identificar acciones de conservación regionales para estos grandes cetáceos.
Investigación científica y monitoreo, atención de varamientos y enmallamientos, turismo responsable, educación ambiental y gobernanza para la conservación de cetáceos son algunas de las temáticas que se abordan con el Programa y que compartimos en un intercambio con especialistas de México, Guatemala, El Salvador, Costa Rica, Panamá, Ecuador, Perú y Chile, entre otros; en un taller organizado por la WWF.
El Programa Nacional de Conservación de Cetáceos no solo protege a la ballena jorobada, sino también al delfín manchado, la falsa orca y el cachalote, entre otras de las 24 especies de cetáceos que visitan aguas salvadoreñas de manera temporal y de las cuales desde el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) llevamos registro. En el Programa se trabaja para afrontar con las amenazas asociadas con la actividad humana que atentan contra la integridad ecológica de la fauna marina, como la pérdida de hábitat, contaminación por desechos químicos y sólidos, alto tráfico de embarcaciones, interacción con pesquerías y crecimiento acelerado de las actividades comerciales de avistamiento.
Una herramienta muy importante de este Programa es el “Manual para el avistamiento responsable de cetáceos en El Salvador”, para aplicar buenas prácticas para el avistamiento de cetáceos en nuestra zona marina.
El avistamiento sostenible de cetáceos representa una alternativa económica para las comunidades marino-costeras y una oportunidad para la educación ambiental de locales y visitantes. Sin embargo, este desarrollo acelerado va acompañado de impactos que repercuten en los mamíferos marinos y el ecosistema.
El Programa Nacional de Cetáceos de El Salvador considera esencial desarrollar investigaciones para estudiar aspectos biológicos que aún se desconocen de estos mamíferos marinos, como son las rutas migratorias, uso estacional del hábitat, comportamiento y distribución, así como monitorear y ordenar la actividad turística, para que no se convierta en una amenaza para los cetáceos.
Estas especies están incluidas en el listado oficial de especies de vida silvestre amenazada o en peligro de extinción de El Salvador, y de acuerdo con la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), casi todas las especies de ballenas y delfines son vulnerables, están amenazadas o en peligro de extinción.
“Revitalización: Acción colectiva por el Océano” es el tema del Día Mundial de los Océanos 2022, un año enmarcado en el Decenio de Ciencias Oceánicas de la ONU, en el que a su vez se celebra la Conferencia de los Océanos.
Las Naciones Unidas señala que debemos trabajar juntos para crear un nuevo equilibrio en el que no agotemos todo lo que este nos ofrece, sino que restauremos su vitalidad y le devolvamos una nueva vida.
El Día Mundial de los Océanos se conmemora cada 8 de junio y recuerda a todos su importante papel en la vida cotidiana. Son los pulmones de nuestro planeta, una fuente importante de alimentos y medicinas y una parte fundamental de la biosfera.
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