Ganaderos y agricultores de los alrededores de la laguna de Olomega han modificado sus prácticas productivas tradicionales para conservar y proteger una de las fuentes de agua más grandes en el oriente del país y uno de los ocho humedales protegidos de importancia internacional que tiene El Salvador.
En las fincas de la zona se cuenta con la materia prima para beneficiar con buenas prácticas al medio ambiente y reducir la contaminación de este espejo de agua, que tiene una extensión aproximada de 26.85 km² y está asociado a la cuenca del río Grande de San Miguel. Las siguientes experiencias de ganaderos y agricultores del municipio de El Carmen, ubicado en las riberas de esta laguna, en el departamento de La Unión, son muestra de ello.
Sistema silvopastoril para mejor alimentación y rendimiento de ganado
Israel Ventura es ganadero y agricultor. Su interés por rescatar la laguna de Olomega, donde creció y disfrutó de sus cristalinas aguas sin contaminación, lo llevó a ser parte del proyecto piloto de buenas prácticas ambientales.
Está satisfecho con la experiencia. Aprendió cómo debe manejarse el cultivo de diferentes tipos de pasto y lo buenos que son, incluso para la tierra. La producción lechera de su ganado es mejor y garantiza calidad en la alimentación para todo el año con el cultivo de los pastos.
“En oriente, en esta zona, lo que nos mata son los inviernos, pero 2020 va para la historia. A mis 72 años de vida, nunca había visto una época lluviosa como ésta”, comenta al referirse a que los suelos aún tienen humedad suficiente para este pasto, que se da muy bien debajo de la sombra y se adapta fácilmente.
Con el sistema silvopastoril que implementó con el proyecto, la idea es que los animales ya no entren a la laguna como antes, pues en las parcelas tienen pasto para comer mejor.
“Fuimos a ver la experiencia de una cooperativa lechera en Comalapa, La Montañona, Chalatenango. Eso me motivó y ha servido para tomar la iniciativa de crear nuestra cooperativa, ya tenemos la directiva”, comenta don Israel.
Dice que su interés es que todos los habitantes de esa zona ubicada a la orilla de la laguna de Olomega implementen buenas prácticas ambientales para cuidar este importante cuerpo de agua.
Este proyecto piloto también se desarrolló en la laguna El Jocotal y Bahía de Jiquilisco. Además, es parte de los resultados del proyecto “Conservación, uso sostenible de biodiversidad y mantenimiento de servicios del ecosistema en humedales protegidos de importancia internacional”, que implementamos como Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), con el apoyo del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF por sus siglas en inglés) y es administrado financieramente por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
