En conmemoración del Día de la Educación Ambiental, el Centro Histórico de San Salvador fue testigo de un desafío sostenible. Invitamos a los salvadoreños a intercambiar sus bolsas plásticas por alternativas reutilizables, destacando la importancia de reducir el uso de plástico en nuestras vidas diarias.
Esta actividad simbólica no solo buscaba un cambio de bolsas, sino también inspirar prácticas sostenibles. La familia Rodríguez, proveniente de Morazán, se unió al desafío conscientes de los problemas que enfrentamos. “Hay que cuidar el medio ambiente para que las futuras generaciones no tengan un ambiente tan contaminado”, expresó Milton, el padre, señalando a su pequeño Leonel.
Doña Gloria Mejía, al ser conscientizada sobre el impacto del plástico en los océanos, aceptó el reto y se comprometió a usar bolsas reutilizables en sus futuras compras. Don Mauricio Ortega, sorprendido por el tiempo de descomposición del plástico, elogió la iniciativa y se comprometió a cambiar sus hábitos.
La visita de Estefany Salvador a su país natal se convirtió en una oportunidad para adoptar prácticas sostenibles. “Estas las voy a llevar al supermercado, para que dejemos de usar tanto plástico en la casa”, afirmó.
Doña Marta Rivera y su hija Alison, junto con otros participantes, expresaron su disposición a reducir el uso de bolsas plásticas para combatir la contaminación. El mensaje fue claro: todos pueden contribuir adoptando prácticas ambientales responsables.
Este desafío no solo fue un gesto simbólico, sino un llamado a la acción para que cada salvadoreño se sume a la causa. ¿Te unes al reto de ser un salvadoreño sostenible? Comienza hoy y haz la diferencia.
Etiquetas: Educación ambiental, Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Sostenibilidad ambiental